"He aquí que tu siervo ha hallado gracia ante ti, y has engrandecido tu misericordia, que has mostrado conmigo salvando mi vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me encuentre el mal y muera." (Génesis 19:19)
En este pasaje de Génesis, encontramos a Lot, sobrino de Abraham, quien se enfrentó a una situación desafiante. Lot y su familia vivían en la ciudad de Sodoma, una ciudad corrompida y llena de maldad. Dios decidió destruir Sodoma y Gomorra debido a su pecado, pero por la intercesión de Abraham, Dios permitió que Lot y su familia escaparan antes del juicio.
La fidelidad de Dios en este relato es evidente. A pesar de la maldad que rodeaba a Lot, Dios mostró su gracia al salvar su vida y la vida de su familia. Lot reconoció la fidelidad de Dios al decir: "Has engrandecido tu misericordia, que has mostrado conmigo salvando mi vida". Incluso cuando Lot dudó de su propia seguridad, Dios lo protegió e hizo un camino para su escape.
Esta historia nos enseña que la fidelidad de Dios es constante, incluso cuando nos encontramos en situaciones difíciles o enfrentamos desafíos. Dios siempre cumple sus promesas y está dispuesto a protegernos y guiarnos en medio de nuestras circunstancias.
Hoy, tómate un momento para reflexionar sobre la fidelidad de Dios en tu propia vida. Recuerda momentos en los que Dios te ha mostrado su gracia y te ha protegido. Agradece a Dios por su fidelidad y comprométete a confiar en Él en todas las situaciones. Permítele guiarte y mostrarte su amor en cada área de tu vida.
Oremos:
Querido Dios, gracias porque eres fiel en todo momento. Gracias por tu gracia y misericordia, y por cómo nos proteges y nos guías. Ayúdame a confiar en Ti en todas las situaciones y a reconocer tu fidelidad en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.
Que tengas un día bendecido, confiando en la fidelidad de Dios en todo momento.
¡Recuerda que puedes contactarnos si necesitas cualquier apoyo adicional!