Servir a Cristo con gozo
Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. (2 Corintios 5:14-15)
¿Qué significa ser servidor de Cristo? ¿Es una carga o un privilegio? ¿Es una obligación o una oportunidad? ¿Es una tristeza o una alegría?
La Biblia nos enseña que servir a Cristo es el propósito más alto y noble de nuestra existencia. No somos nuestros, sino de él, que nos compró con su sangre preciosa. No vivimos para nosotros, sino para él, que murió y resucitó por nosotros. No buscamos nuestra gloria, sino la suya, que se manifestó en su gracia y verdad.
Servir a Cristo no es una carga, sino un privilegio. Es un honor participar en su obra redentora, colaborar con su reino, y compartir su evangelio. Es una bendición recibir sus dones, sus promesas, y su presencia. Es una dicha ser llamados sus amigos, sus hermanos, y sus coherederos.
Servir a Cristo no es una obligación, sino una oportunidad. Es una ocasión para demostrar nuestro amor, nuestra gratitud, y nuestra fidelidad. Es una forma de expresar nuestra adoración, nuestra alabanza, y nuestra acción de gracias. Es una manera de crecer en nuestra fe, nuestra esperanza, y nuestro carácter.
Servir a Cristo no es una tristeza, sino una alegría. Es un gozo hacer su voluntad, seguir su ejemplo, y agradar su corazón. Es un deleite conocerle más, parecernos más, y reflejarle más. Es un placer experimentar su paz, su consuelo, y su alegría.
Que el Señor nos ayude a servirle con gozo, con todo nuestro ser, con toda nuestra vida, y con todo nuestro amor. Que podamos decir como el apóstol Pablo:
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (Filipenses 1:21)
Oraremos :
Gracias, Señor, por tu amor que nos constriñe a servirte. Gracias por el privilegio, la oportunidad, y el gozo de ser tus siervos. Te pedimos que nos llenes de tu Espíritu, que nos guíes con tu Palabra, y que nos capacites con tu poder. Queremos vivir para ti, y no para nosotros. Queremos glorificar tu nombre, y no el nuestro. Queremos hacer tu voluntad, y no la nuestra. En el nombre de Jesús, amén.